
El envero es ese proceso en el que la uva comienza su madurez. Se manifiesta con el cambio de color del grano.
A partir de entonces, el pigmento de la uva deja de ser verde, como ocurría cuando las bayas estaban inmaduras. En ese momento, debían su color exclusivamente a la clorofila.

Infografía sobre el envero
De este modo, el envero sería algo así como la adolescencia de la uva y representa una transición entre su crecimiento y maduración.
La uva se dulcifica durante el envero y deja paso a su tonalidad característica. Un tono que cambia en función de la variedad y el tipo. En las uvas blancas, las bayas se tornan amarillentas y ocres. En las uvas tintas aparecen colores oscuros que pasan por el rojo, anaranjado, azulado y violetas intenso.
Las características del envero
- El pigmento deja de ser verde
- La uva se dulcifica
- Las uvas blancas se tornan amarillentas; las tintas, rojizas
- Los pámpanos se transforman en sarmientos
- El fenómeno se produce en agosto
- Permite calcular la vendimia, 45-50 días después

Del mismo modo, durante el envero va cambiando la morfología de la propia planta. Los pámpanos verdes se transforman en sarmientos.
El envero pone en hora el reloj de la vendimia
Este fenómeno se produce con el sol de agosto, en verano. Da lugar a paisajes que tiñen de color los viñedos y producen unos espectaculares contrastes. El proceso da inicio a una cuenta atrás que permite calcular, aproximadamente, el instante de la vendimia. Deberán pasar aún unos al cabo de unos 45-50 días.
El plazo exacto de maduración cambia en función de las variedades. Pero también influyen lógicamente los climas donde se cultiva la planta. En el momento ideal de maduración de la uva es cuando deberá llevarse a cabo la vendimia para, de este modo, asegurar su éxito.